CORREO ELECTRONICO

domingo, 1 de febrero de 2009

"Amigas"










"Amigas"


Antonia, acabo de telefonear a Teresita, a Estrella y a Cuquita, para que vengan a ver las fotos que enviaste desde Granada. De teresita te he hablado antes porque es medio andaluza para sus cosas, como sacada de algún callejón del Albaicín. Bueno, eso no te lo puedo explicar por esta vía porque faltarían adjetivos, todos positivos y rimbombantes, pero te resumo que tiene una férrea voluntad para mantener sus objetivos claros y precisos. Mantiene sus ilusiones románticas porque generalmente se ha dejado llevar por fantasías y termina lamentándose más tarde en esta misma salita, en este mismo sofá. Al igual que yo tiene su hija en Miami, ese cordón que no podrá cortar aunque Quien tú sabes decrete “El olvido obligado y eterno”. Ahora quiere dejar atrás el tiempo de seguir autosacrificándose por los demás para dedicarse más a ella misma y compartir con nosotras, sus amigas.

Estrella es otra compañera de trabajo muy articulada, lista a menudo, cómica e ingeniosa siempre. Hemos hecho buenas migas. Gracias a sus visitas salgo de la monotonía. Es una conversadora interesante y refrescante. “Pero muchacha, no te amarres a lo desechable”- me dice. Tiene un sentido del humor tan especial y un concepto de perspectiva tan particular que le impide tomarse la vida en serio. Entonces trato de seguirla. Lo más importante, es que escucha sin remilgos mis lamentaciones sobre mi precaria relación con mi novio, que al parecer ya tiene fin. ¿Acaso estoy encontrando en mí misma esa libertad interior que tanto he deseado y de la que tantas veces hemos conversado?. Una vez leí que los que se arriesgan a partir de nuevo, a estas alturas de la vida, estamos guiadas por las altas exigencias y las ganas de lograr el punto exacto donde coincidan tranquilidad y armonía. "No quiero escarbar mucho el pasado”- le digo a Estrella- “para evitar reencontrarme con mis propias rupturas”. Pero estoy consciente que es necesario revisarlo, aunque sea tenuemente, para con su análisis poder salir de este presente que se torna tedioso e irresistible. Quiero jugármela por un futuro pleno. Ella me ayuda en eso. La amistad con Estrella es más vieja que El Morro de La Habana y sus construcciones aledañas, además juntas visitábamos al mismo galeno, hasta que se fue en una precaria lancha del país y cada una tuvo que conformarse con el médico de la familia que nos tocó por cuadra.

Cuquita, y no es que se llame así, es solo su apodo por el que todos la llaman, apelando a su distinguida y llameante figura: un talle minúsculo y más carne en el maletero que negocio de fiambre capitalista, es simpatiquísima, reparte amor y energía positiva sin compromisos ni miramientos. Leal, amistosa, invariable, serena, quieta y lúdica a la vez. Pachanguera cuando la ocasión lo amerita, pero ecuánime siempre. Me contaba hace un par de días que después de un período de gran exigencia en todos los sentidos, cosa esta que me consta, por fin encuentra paz y armonía porque todo está tomando el lugar que le corresponde aunque las cosas no sucedan tan rápidamente como ella quisiera, que también está agotada de enamoramientos fugaces y de vez en vez los afectos le son más importante que esas relaciones lánguidas, quejumbrosas y aburridas. Fíjate que la noto últimamente bien conectada con sus sentimientos más profundos y está siendo cada vez más capaz de expresarlos sin temor. Eso es un gran avance. Cuquita también al igual que yo tiene sus etapas de confusión que la lleva a ver el árbol y no el bosque que la rodea. Pero conversamos, se desahoga y vuelve por si sola a recuperar su centro. Cuquita está ahora en una etapa de cambio, un nuevo trabajo, más trajín para lograr llegar a tiempo a su oficina en el bienaventurado reparto de Miramar, nuevas caras, nuevos jefes, también más actividad social. Se siente reconocida y apreciada por su capacidad y hasta puede que se dé en algún tiempito más, un incremento salarial.¡Eso alegra a cualquiera!

Como ves, una, bien hispana, otra judía y la tercera de raíces africanas, mezcla de congo y carabalí. Cada una con su visión del mundo bien particular, pero asertivas. Llenas de energía y satisfacciones. Las cuatro compramos en la misma farmacia, logrando adquirir, con mucho esfuerzo, íntimas, conocidas por ti como "Toallitas higiénicas". Juntas marcamos las mismas colas, para la guagua, para el pan, para el helado en Coppelia, para la merienda, para conseguir esto y lo otro. Nos pasamos el dato de lo que hay por allá o lo que venden por aquí. Sin condición, conservando nuestra unión, enfrentamos este período especial, y el otro que se avecinará, porque estas contingencias se expanden por nuestro territorio como verdaderos ciclones tropicales. Termina una calamidad y se nos viene encima otra. Somos mezcla de lo racional con destellos hormonales y del corazón, fieles, cooperadoras, un núcleo indisoluble que desafía la permanente adversidad, sin competencia ni tendencias a imponer la voluntad u opinión de una sobre la otra.


Les agradezco mucho a todas mis amigas, distintas y tan parecidas, por su tiempo, y a ti que desde la distancia también llenas este espacio con tus letras, tu ternura y permanente confidencialidad.
ASC, en este mundo nada es para siempre, excepto el placer de recordar a las buenas amigas.
Fin

Enero 2009