CORREO ELECTRONICO

sábado, 20 de mayo de 2023

Línea recta

 

“Línea recta”

 


La tarde cambiaba de color, se hacía de noche. El aire húmedo olía a musgos y pasto fresco. La vegetación se estremecía de vida pura. Lleno de felicidad, concentrado en sí mismo, él iba disfrutando la música estrepitosa que penetraba a destajo por los inmaculados audífonos de nueva generación. La hilaridad le envolvía. No estaba dispuesto a darle espacio a otros ruidos. Los ojos enrojecidos por el cansancio no impedían que contara los travesaños que fluyendo armoniosamente bajo sus zapatillas deportivas se sucedían a distancia estrictamente calculada. Al fondo de la línea recta del ferrocarril se divisaba el entronque que él debía tomar rumbo a su casa. ¿Siete minutos? Quizás menos. De repente notó que se iluminaba el camino, algo tras él galopaba a toda marcha. Pero no vio más, porque el choque provocado por la mole gigante de fierro fue brutal. Voló y rodó ya sin conocimiento. Después de un mes despertó en la sala de un hospital rodeado de rostros que lo observaban con mezcla de compasión y alegría. No entendía nada. Poco a poco empezó a reconocer a los que estaban a su alrededor. Quiso moverse. No pudo. Su frágil cuerpo no le respondía. Tratando de ordenar sus precarios recuerdos creyó escuchar a lo lejos el impetuoso rugir de una locomotora. Notó que unas lágrimas genuinas y liberadoras estaban por brotar. Exhalando un hondo suspiro empezó a llorar.