CORREO ELECTRONICO

lunes, 21 de julio de 2014

“Un fuerte NO”




“Un fuerte NO”


Rompen furiosas las olas el malecón habanero. Van desmoronando poco a poco su aparente vigorosa estructura. Un poco de viento, algo de ingenio, mucho coraje y corazón ayudan a un grupo de jóvenes que ven en un trozo de bravo mar la ventana de escape hacia el allá distinto y prometedor. Se transformaron en gigantes juntando trastes, desechos, mezclando chatarra, templando acero para hacer que la balsa-camión los lance lejos. Del fondo de la noche aparece una luz que les acompaña en su revuelo durante la larga travesía y el desvelo. Al cabo de las horas, a sesenta kilómetros de una orilla estadounidense, son interceptados por la guardia costera norteamericana. Aunque las olas se entrelazan turquesadas y complacientes, para ellos ya no tienen gracia. No quieren ver el consabido desenlace; aprietan sus dientes, se retuercen por dentro y se enfrentan a la verdad ahogando en sus gargantas un fuerte NO.


Los guardacostas no querrán ser parte de sus sueños. Serán devueltos sin trámites ni demora al país de origen. Entonces, en suelo patrio, tras las rejas, escucharán como el Gobierno Revolucionario contaminará la noticia sin reconocer que iba en la balsa un médico, un pintor, un mecánico, un electricista, un dentista, un barbero. A todos los catalogará de desafectos, de escoria, de fugaz inmundicia, de abominables enemigos del pueblo.


Mientras tanto, en una maltrecha esquina, bajo las luminarias de un típico cartel “Patria o Muerte“, seguirán rezando frente al Atlántico muchas madres por ellos.

FIN