CORREO ELECTRONICO

viernes, 10 de febrero de 2012

"Mi otra mitad andaluza"



"Mi otra mitad andaluza"


Yo sigo vistiendo guayaberas, sembrado perpetuamente en esta isla indómita de caimanes, angostos ríos y palmeras. Atragantado por discursos ininteligibles que se derriten como agua de nieve al llegar a mi interior. Acá mi vida sigue inquieta y descolorida. ¿Estaré tan equivocado que no logro entender la perfidia de los otros, de esos que se esmeran en privarme de tu compañía?; Yo quiero volar hacia ti como el viento huracanado de este Caribe lujurioso y febril, pero las circunstancias doblegan mis esfuerzos y deseos, dejándome atado a esta orilla simple y revolucionaria. Con mi canto de guerra viviré mi soledad y tu ausencia, mientras mis cartas se marchiten sin cruzar el océano que sigue su ritmo como tus caderas gitanas lo hacen, moviéndose al compás de una rumba allá, al otro lado del Atlántico. Me prohíben entregarte mi juventud, mis deseos, mis cantos, mis sones, mis besos. Solo tus apariciones en mis sueños son la mejor manera de empezar cada día para con ellos poder transitar esta senda cotidiana de penuria y drama, curando mis heridas con tu sano pensamiento, sin olvidar que siempre habrá un mañana. Por eso espero que esto no sea eterno. Ellos se evaporarán irreversiblemente algún día. Mientras tanto, sigue tú buscándome en cada mojito, en una triste, o si prefieres, en una alegre canción, en una foto marchita, entre la yerba buena de tu balcón que te sabrá a gloria con su refrescante aroma y sabor.

¡Ya verás!. Yo renaceré como luz para sorprenderte y tocar tus hombros mientras descansas apacible en alguna silla mora. Alborotaré tu candidez, y volveré a decirte muy quedo al oído, que aunque ellos trataron de arrebatármelo todo, no lo lograron, porque me he quedado, burlando sus reglas, con algo muy bello de ti: los latidos sensibles de tu acorazado y dulce corazón andaluz.

FIN